"El peso fortachón ha ralentizado la economía y esto está provocando un fenómeno del que (se) habla poco: que la economía está sobrecalentada. Esto en el sentido de que se ve que el peso está empoderando la economía, pero en el análisis microeconómico no es ese el comportamiento", indica el analista.
"A pesar de que se estaría esperando un crecimiento en la importación de bienes de consumo, en bienes de uso intermedio o en bienes de capital por un dólar barato, lo cierto es que el consumo está creciendo nada", apunta. "Es aquí cuando ya en la parte económica pues no (se) ve la ventaja del súperpeso".
"Aunque crecieron las exportaciones en monto, pero en valor no se ve reflejado por la apreciación tan fuerte que tuvo el peso frente al dólar, esto a pesar de que las exportaciones en cuanto a volumen crecieron", indica. "El superpeso afecta el ingreso de las empresas exportadoras, pues el monto de la transacción, al momento que se realiza la cuestión cambiaria, ingresa menos a pesar de que en volumen y producción se haga más".
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