El Gobierno ruso, mientras tanto,
acusó inmediatamente al Ejército ucraniano y a sus patrocinadores estadounidenses y británicos de llevar a cabo este acto terrorista, diciendo que el comportamiento de Ucrania recuerda al de un "grupo criminal organizado internacional".
Sputnik se puso en contacto con un destacado experto militar para analizar las posibles motivaciones de los dirigentes ucranianos.
"Esto fue una especie de movimiento de relaciones públicas de Kiev para comunicar: 'somos capaces, estamos trabajando para derrotar al 'agresor'", añadió Matvichuk.
Según él, la agresión contra el puente de Crimea también es una prueba de la capacidad de Kiev para cumplir sus amenazas sobre "la expansión de las hostilidades en territorio ruso utilizando métodos terroristas de guerra".
Durante el ataque, una pareja rusa murió y su hijo resultó herido y quedó huérfano después de que su vehículo quedara destruido en la superficie del puente, poco después de las tres de la madrugada del 17 de julio. Como consecuencia, las autoridades rusas suspendieron el tránsito de vehículos, lo que provocó embotellamientos kilométricos.
Un portavoz de la inteligencia militar ucraniana dio pistas sobre la responsabilidad de Kiev en el ataque, mientras que los medios de comunicación ucranianos han informado, citando fuentes bien informadas, que el ataque fue una operación especial llevada a cabo conjuntamente por el Servicio de Seguridad y la Armada de Ucrania.
El incidente se produce menos de dos semanas después de que un
viceministro de Defensa ucraniano admitiera que Kiev estaba detrás de la explosión de un camión bomba en el puente el 8 de octubre de 2022, el cual mató a cinco personas e hizo que una parte del puente de la carretera se derrumbara sobre el agua, provocando el incendio de camiones cisterna de petróleo en el puente ferroviario cercano.
Una cosa es clara, dijo el coronel retirado: Kiev no tiene la capacidad política, militar o técnica para haber actuado de forma independiente.
El especialista señaló que los drones utilizados habrían necesitado sistemas espaciales de reconocimiento y designación de objetivos para llegar al blanco, y que Ucrania no tiene acceso independiente a estos sistemas.
Incluso la reciente y poco frecuente disputa diplomática pública entre Kiev y los funcionarios occidentales sobre
las aspiraciones de Ucrania en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) revela la relación de tira y afloja del Gobierno de Zelenski con Occidente, dijo Matvichuk.
Asimismo, recordó que, "cuando Zelenski trató de expresar en Twitter su opinión sobre la no admisión de su país en la OTAN, fue inmediatamente criticado, primero por el ministro de Defensa de Gran Bretaña y luego por toda la clase dirigente de Estados Unidos. Es decir, es total y absolutamente dependiente. Lleva a cabo las instrucciones que se le dan. Es posible que haya ideado este ataque basándose en un consejo de sus amos, lo haya consultado con ellos y le hayan dado el visto bueno".
Matvichuk explica que, probablemente, durante el ataque al puente de Crimea se haya utilizado un microbuque de superficie experimental diseñado para lanzar hasta 200 kilogramos de explosivos a objetivos marítimos a gran velocidad, y que puede ser preprogramado o controlado a distancia mediante un joystick.
Matvichuk recordó que el Reino Unido había anunciado la entrega de estos sofisticados sistemas de armamento, y que estos mismos drones podrían haber sido utilizados para
atacar la presa hidroeléctrica de Kajovka el mes pasado, y buques de la Flota rusa del Mar Negro en el puerto de Sebastopol y sus alrededores con anterioridad. En otras palabras, estos drones ya han sido "probados", afirmó.
Se sabe que Londres ha enviado cientos de sistemas de aviones no tripulados a Ucrania durante el último año, incluidos vehículos aéreos no tripulados navales, aparentemente para "fines de limpieza de minas". También ha proporcionado al personal ucraniano formación sobre su funcionamiento.
A principios de julio, los medios de comunicación se hicieron eco de unas imágenes compartidas en las redes sociales que mostraban a militares ucranianos entrenándose en el uso de drones SeaFox-I, un dron de la Royal Navy fabricado por la empresa alemana de electrónica naval Atlas Elektronik y descrito como "vehículo desechable para la desactivación de minas".