Conforme al reporte, en la actualidad la mitad de las naciones en desarrollo destinan un mínimo del 7,4% de sus ingresos por exportación al servicio de la deuda pública externa.
De acuerdo con la información, las naciones en vías de desarrollo se ven obligadas a gastar más en el servicio de la deuda que
en sectores críticos como la salud o la educación para sus poblaciones.
Al menos 19 Estados en desarrollo destinan más dinero al pago de intereses que a la educación, y 45 destinan más a intereses que a gastos sanitarios, indica el reporte.
Según las Naciones Unidas, los Gobiernos
tienen una "creciente dependencia" de acreedores privados, que ofrecen
deuda más cara y
vencimientos más cortos que las fuentes oficiales, lo que ha complicado
la reestructuración de la deuda de los países en desarrollo.
"En la actualidad, los acreedores privados poseen el 62% de la deuda pública externa, frente al 47% de hace una década. Sin embargo, no existe ningún mecanismo que aborde cómo reestructurar la deuda entre las distintas clases de acreedores", señala el organismo global.
En su reporte, las Naciones Unidas piden "urgentemente"
una reforma de la arquitectura financiera internacional, incluida la
arquitectura de la deuda, para fomentar un sistema más inclusivo que permita a las economías en desarrollo participar activamente en la gobernanza del sistema financiero internacional.
"Es de suma importancia abordar el elevado coste de la deuda y el creciente riesgo de sobreendeudamiento. El establecimiento de un mecanismo de renegociación de la deuda es crucial para acelerar los avances en el Marco Común del G20 para el Tratamiento de la Deuda, que se ha enfrentado a dificultades debido a problemas de coordinación de los acreedores y a la ausencia de cláusulas de suspensión automática del servicio de la deuda", afirmó el ente internacional.
De acuerdo con el reporte, los países que tienen una elevada carga de deuda necesitan más liquidez en tiempos de crisis, lo que puede lograrse ampliando la financiación de contingencias.
"Deben aplicarse medidas como potenciar el
uso de los Derechos Especiales de Giro, suspender temporalmente las sobretasas del FMI y ampliar el acceso a la financiación de emergencia mediante el aumento de las cuotas", recomienda la ONU.
También afirma que es necesario un aumento sustancial de la financiación asequible a largo plazo.
"Para conseguirlo, tendremos que transformar y ampliar los Bancos Multilaterales de Desarrollo para apoyar el desarrollo sostenible a largo plazo y movilizar más recursos privados en condiciones más equitativas. Además, existe una necesidad urgente de más financiación en condiciones favorables para cumplir los compromisos de ayuda y financiación climática y los Objetivos de Desarrollo Sostenible", concluye.