"Desde el 4 de junio, las pérdidas del enemigo ascienden a más de 26.000 militares y 3.000 unidades de diversas armas", afirmó el titular de Defensa.
En particular, desde el comienzo de la contraofensiva han sido destruidos 21 aeronaves, cinco helicópteros, 1.244 tanques y otros vehículos blindados de combate ucranianos. De los 1.244 vehículos blindados eliminados, 17 han sido carros de combate Leopard, cinco tanques sobre ruedas franceses AMX-10 y 12 vehículos de combate de infantería Bradley estadounidenses.
Las fuerzas de defensa antiaérea rusas derribaron también 176 proyectiles de los sistemas Himars, 27 misiles de crucero Storm Shadow y 483 drones desde el 4 de junio.
En general, en ninguna de las direcciones las FFAA ucranianas lograron sus objetivos, según el ministro. Se destaca que las agencias de inteligencia de EEUU y otros países de la OTAN siguen y analizan atentamente los resultados de las acciones de combate de las fuerzas rusas.
Suministro de municiones de racimo a Kiev
La transferencia por parte de EEUU de municiones de racimo a Ucrania contribuirá a prolongar el conflicto, declaró Shoigú.
"En caso de que EEUU suministre municiones de racimo a Ucrania, las FFAA rusas se verán obligadas a utilizar medios de destrucción similares contra las FFAA ucranianas como medida de represalia. (…) Esto, naturalmente, tendrá un impacto en la prolongación del conflicto", apuntó.
Rusia, consciente de la amenaza que suponen tales municiones para la población civil, se abstiene de utilizarlas en la operación militar especial, subrayó el alto funcionario. "Ni nosotros, ni los estadounidenses, ni Kiev, nos hemos adherido a la Convención sobre Municiones en Racimo", expresó.
"Hay que señalar que Rusia dispone de municiones de racimo en servicio para todas las ocasiones. Las municiones de racimo rusas son mucho más eficaces que las municiones de racimo estadounidenses, y su variedad es más amplia y diversa", destacó Shoigú.
La aportación de los proyectiles de racimo, que ha sido condenada por numerosos gobiernos y organismos internacionales, forma parte del nuevo paquete de ayuda militar de 800 millones de dólares que anunció Washington, ante una contraofensiva ucraniana que va más lenta de lo esperado, confesó el subsecretario de Defensa para Políticas de EEUU, Colin Kahl.
Rusia lanzó la operación militar especial en Ucrania en respuesta a la solicitud de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, para que se les preste ayuda frente al genocidio por parte de Kiev.
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