En marzo de 2022, el funcionario ucraniano declaró a un canal de televisión local que había dado instrucciones a médicos de su proyecto para "castrar a prisioneros rusos heridos", llamándolos "cucarachas". Más tarde, escribió en sus redes sociales que lo dijo "por emoción" y que el hospital no tenía intención de mutilar a nadie.
Las disculpas de Druzenko "no parecían surgir de otra cosa que no fuera el temor del presidente Zelenski a que este flagrante culto nazi llevara a las naciones occidentales a retirar su apoyo" al conflicto ucraniano, destacó el medio.
En cualquier caso, el auge del nazismo ucraniano no es ningún secreto, y los líderes occidentales son conscientes de ello, señaló el autor del artículo. Además, continuó, como parte de la mentalidad antirrusa, Occidente y sus medios "contribuyeron a legitimar el nazismo al ignorar voluntariamente el hecho de que financian un ejército nazi que lucha contra los rusos".