El 80% de las personas que ingresa a la milicia estadounidense proviene de una familia donde al menos un integrante ha servido a las Fuerzas Armadas, de acuerdo con el artículo.
Sin embargo,
las cifras tienden a la baja dado que la propia familia duda que ingresar el Ejército sea una buena opción por diversas razones, entre ellas, los problemas psicológicos que genera el servicio, los bajos salarios, los problemas de acoso sexual al interior de las filas y hasta
las pocas victorias del país en conflictos internacionales. Otra de las razones principales de los problemas de reclutamiento es el competitivo mercado laboral. Si bien antes el Ejército ofrecía puestos de trabajos competitivos, en la actualidad ya no pueden competir con otras fuentes de empleo, donde se ofrecen salarios más altos o prestaciones superiores.
"Para ser honesto, Wendy's y el propio Carl's Jr. [cadenas de comida rápida], y cada trabajo para jóvenes puede competir porque ahora ofrecen los mismos incentivos que nosotros, ahora ellos son nuestra competencia", declaró a The Wall Street Journal el sargento mayor de la Guardia Nacional de Nevada Marco Irenze.
A todo lo anterior se suman las críticas respecto a que las Fuerzas Armadas estadounidenses apuestan por una agenda woke (progresista), lo que lleva a exsoldados a persuadir a sus familiares para no enlistarse.
"En este momento, no estamos aprovechando de manera integral y estructurada nuestras relaciones con las organizaciones de veteranos", reconoció la secretaria del Ejército de Estados Unidos, Christine Wormuth.
En los últimos dos años, el desinterés de los jóvenes por ingresar al Ejército ha sido más notorio. De hecho, según datos de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, el 2022 ha sido
el peor año de reclutamiento desde 1973, pues los resultados fueron 25% más bajos de lo esperado.
Para este año no se espera una tendencia más positiva, ya que se calcula que ingresen a esta esfera 15.000 nuevos soldados, cuando el objetivo son 65.000.
La Marina está en una situación similar, se estima que faltará por cubrir 10.000 de las 38.000 plazas que esperaban tener.
"Si nos observas a lo largo de los últimos 50 años de historia, el Ejército es casi como un acordeón. Tendemos a expandirnos en tiempos de guerra. Francamente así es como los padres fundadores pensaron que sería nuestra milicia, nunca pensaron en una milicia de largo alcance", señaló Wormuth.
El desinterés de la juventud por la milicia estadounidense es notorio, tan solo el 9% de los jóvenes entre 16 y 21 años mostró interés en enlistarse. Además, el 77% de las personas en edad para ingresar al Ejército
no cumplen con los requerimientos físicos mínimos para ingresar a las Fuerzas Armadas, según las estadísticas del Departamento de Defensa del país norteamericano.
"Los funcionarios del Pentágono consideran el déficit de reclutamiento como una crisis y se comprometen a alcanzar sus objetivos en el futuro para evitar cambios en la estructura de las fuerzas", concluye el artículo.