Este sistema de defensa área puede interceptar varios tipos de drones, explica el autor, pero estas aeronaves pueden hacer un buen uso de su maniobrabilidad y avanzados esquemas de vuelo para ocultarse de los radares de Patriot utilizando la topografía. El artículo señala además que el uso del sistema contra aviones no tripulados representa una discrepancia en términos económicos con municiones por valor de tres millones de dólares para destruir drones que cuestan un orden de magnitud inferior
Para Ucrania la situación se agudiza con la creciente escasez de municiones para los sistemas de defensa antiaérea soviéticos, mientras EEUU sufre problema con las reservas de Stinger en sus arsenales. La publicación reza que ante el empeoramiento del estado de la defensa aérea ucraniana, su aliado hasta ahora fracasa en enviar más sistemas Patriot debido a la necesidad de renovar los dentro de su país.
La publicación destaca que las actividades estadounidenses crean la falsa impresión de que se puede evitar en Ucrania la amenaza aérea. Mientras tanto, estos pasos de EEUU desalientan la negociación en el conflicto y como consecuencia "más ucranianos morirán".
"Además, los propios sistemas Patriot son vulnerables. El funcionamiento de un sistema de radar Patriot delata su ubicación, lo que lo convierte en un blanco abierto para los ataques rusos", se subraya.
La estrategia estadounidense en el conflicto ucraniano repercute en que su influencia en la arena mundial se daña, lo que demostró la mediación de China en el acuerdo entre Irán y Arabia Saudita o la facilitación por Turquía del acuerdo de exportación de grano entre Ucrania y Rusia.
"Washington ha cometido un error al entregar a Ucrania sistemas Patriot que probablemente producirán pocos beneficios", afirma el artículo. Teniendo en cuenta todos estos detalles, se concluye, que el camino hacia la paz en Ucrania, incluso para EEUU, "no esté pavimentado con armas, sino con sutileza diplomática".
El presidente ruso, Vladímir Putin, anunció el 24 de febrero de 2022 el lanzamiento de una operación militar especial para defender a las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, frente al genocidio cometido por parte de Kiev. Uno de los objetivos fundamentales de la operación especial es la desmilitarización y la desnazificación de Ucrania.
EEUU y otros países de la OTAN se implicaron en el conflicto con el envío de grandes cantidades de armas a las tropas ucranianas, que desde mediados de febrero intensificaron sus ataques contra los civiles de las repúblicas de Donbás.
El pasado 21 de diciembre, el Gobierno de Joe Biden aprobó un paquete de asistencia adicional a Kiev de 1.850 millones de dólares para combatir la operación militar de Rusia, que incluirá el envío de sistemas de misiles tierra-aire Patriot, informó el secretario de Estado del país norteamericano, Antony Blinken.
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