Los militares rusos cuentan con la ayuda de drones Orlan-10 (en la foto) y obuses autopropulsados 2S3 Akatsia equipados con ópticas de alta potencia y cámaras termográficas para llevar a cabo misiones de combate en el sector meridional de la operación militar especial.
Los militares rusos utilizan los drones Orlan-10 para realizar reconocimientos aéreos y corregir la artillería.
Tras recibir las coordenadas exactas de la concentración de tropas y equipos enemigos, los sistemas de artillería autopropulsada Akatsia (en la foto) se colocan en posición.
Desde la recepción de información de inteligencia hasta abrir el fuego en las coordenadas, a veces se tarda solo unos minutos.
Se lanzan dos drones cada 24 horas, uno de día y otro de noche.
El Orlan-10, que puede operar incluso en condiciones de interferencia radioelectrónica, sobrevuela a lo largo de la línea de resistencia durante unas 10 horas, vigilando bastiones y equipos de las formaciones armadas ucranianas.
Solo en la línea de Zaporozhie, los drones identifican hasta 50 objetivos a la semana.
El obús autopropulsado 2S3 Akatsia de las FFAA de Rusia en la zona de la operación militar especial.
En la variante de ataque, los drones Orlan-10 son capaces de atacar de forma independiente posiciones enemigas con munición de fragmentación de alto poder explosivo. Cada dron puede llevar a bordo cuatro proyectiles de este tipo.
En la foto: un soldado ruso se lleva el dron Orlan-10 tras completar su misión de combate.
Militares rusos pliegan el paracaídas del dron Orlan-10 después de que completara su misión de combate.