La demanda de armas desde Estados Unidos a otros países se disparó en 2022, proporcionando una buena suma de ganancias para los fabricantes de armas, señaló el Departamento de Estado en un informe.
Las ventas de armas de Estados Unidos a otros países —impulsadas en gran medida por la respuesta de la OTAN a la operación militar especial de Rusia en Ucrania y el aumento de las tensiones en Asia—, ascendieron de 35.800 millones de dólares en 2021 a 51.900 millones de dólares en 2022.
Las ventas directas de armas de los fabricantes de armas con sede en EEUU también experimentaron un aumento masivo, pasando de 103.000 millones de dólares en 2021 a 153.000 millones de dólares en 2022.
En Europa, los mayores compradores incluyen a Alemania, que encargó 35 aviones F-35 Joint Strike Fighter por 8.400 millones de dólares, y Polonia, que gastó 6.000 millones de dólares en 250 tanques M1 Abrams.
El Reino Unido, España y el nuevo miembro de la OTAN, Bulgaria, también realizaron compras significativas en 2022.
Mientras tanto, las tensiones en Asia sobre Taiwán y los reclamos en el mar de China Meridional también han permitido a los fabricantes de armas seguir elevando su fortuna. En la región asiática y oceánica las ventas de armas corresponden a unos 13.900 millones de dólares en Indonesia por 36 aviones de combate F-15ID y una compra de 1.950 millones de dólares en Australia por 40 helicópteros Black Hawk y otros equipos. Corea del Sur y Japón también hicieron importantes compras militares, por un total de 790 millones de dólares y 588 millones de dólares, respectivamente.
La Administración Biden también aprobó un paquete de armas de 1.100 millones de dólares para Taiwán en un esfuerzo por disuadir a China de apoderarse militarmente de la isla.
Oriente Medio, siempre un centro confiable de ganancias para los contratistas militares, ha continuado siéndolo. Los dos países que impulsan la brutal guerra en Yemen, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, han solicitado 3.000 millones y 2.200 millones en armas y equipos militares de los Estados Unidos, respectivamente.
Durante la campaña de 2020, la Administración Biden se comprometió a dejar de enviar armas a Arabia Saudita debido a su guerra en Yemen. Lo cual condujo a significativas ganancias en ingresos por parte de los fabricantes de armas.
Los ingresos de Lockheed Martin, compañía que desarrolla los aviones de combate F-16, F-22 y F-35, aumentaron un 7,13%, es decir, unos 19.000 millones de dólares en el cuarto trimestre de 2022. Se espera que Northrop Grumman, empresa que también fabrica aviones de combate F-35, aumente el crecimiento de sus ingresos en un 11,8% en comparación con las ganancias del cuarto trimestre.
Así mismo, Raytheon, el fabricante del Sistema de Defensa Aérea Patriot que la Administración Biden anunció recientemente que suministrará a Ucrania, experimentó un aumento de sus ganancias del cuarto trimestre de casi un 18% en comparación con el año pasado.
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