El video, que fue grabado por la noche con una cámara térmica, muestra a una batería de morteros ucranianos que operaban camuflados en un bosque, o al menos eso creían hasta que una auténtica lluvia de fuego cayó sobre ellos.
Los obuses rusos Msta-S abrieron fuego contra las posiciones del enemigo, y a juzgar por la extrema precisión con la que caen los proyectiles en las posiciones del Ejército ucraniano, se puede decir con certeza que se trata de los proyectiles guiados de 152 mm Krasnopol.
De hecho, los tres caen exactamente en el mismo punto, lo cual es un indicio más de que han sido guiados por láser. Estos proyectiles tienen un alcance de hasta 25 kilómetros y en vuelo despliegan unas superficies de control que les permiten realizar un vuelo controlado hacia su objetivo.