En las imágenes se muestra una compilación de los ataques realizados con estos drones contra todo tipo de objetivos, entre los cuales está un obús M777 suministrado por EEUU, camiones, estaciones de radar e incluso un carro de combate.
Estos drones realizan vuelos de patrulla sin ningún objetivo en particular, mientras que los drones de reconocimiento les transmiten las coordenadas de los objetivos tras detectarlos. Entonces el dron suicida se dirige hacia el objetivo e impacta contra él, detonando su carga explosiva.
Tal y como se puede apreciar por las imágenes, se trata de un arma de gran precisión, pues el dron es controlado hasta el último momento y el operario puede corregir su trayectoria hasta la propia explosión.

11 de agosto 2022, 08:45 GMT