A su vez, el representante permanente adjunto de Rusia en el organismo, Dmitri Polianski, comentó que Moscú reevaluará su cooperación con la secretaría de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) si se inicia una investigación sobre la presunta utilización de drones iraníes en Ucrania.
"Esperemos que la secretaría y el secretario general [de la ONU, António Guterres] no comiencen a violar las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, no vayan más allá de sus mandatos técnicos y se abstengan de participar en investigaciones ilícitas", dijo el funcionario.
Polianski añadió que, de lo contrario, Rusia tendrá que "reconsiderar" su colaboración con ellos, lo que "no beneficiará a nadie".
"No queremos hacerlo, pero no tendremos otra opción", dijo el diplomático.
Las acusaciones de Occidente de que Irán supuestamente está proporcionando drones a Rusia solo complicarán el proceso de negociación para restaurar el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés) sobre el programa nuclear iraní, aseveró.
"Hoy hemos visto otra ronda de desinformación en el Consejo de Seguridad que suena de parte de las delegaciones occidentales. El objetivo de nuestros colegas occidentales es claro: están tratando de matar dos pájaros de un tiro e inventar un pretexto artificial para presionar a Rusia e Irán", dijo Poliansky.
Según él, los vehículos aéreos no tripulados utilizados por las Fuerzas Armadas en Ucrania se fabrican en Rusia.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Nasser Kanaani, negó el 17 de octubre la información de los medios estadounidenses sobre el supuesto suministro de armas iraníes a la parte rusa para su uso en el conflicto en Ucrania. A su vez, la vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, María Zajárova, afirmó que el tema de la compra de drones de combate por parte de Rusia a Irán fue lanzado artificialmente por los medios estadounidenses.