Si el escenario laboral es complejo para los jóvenes de las ciudades, más aún para quienes viven en ámbitos rurales, como ocurre con las comunidades indígenas y campesinas del departamento boliviano de Beni, donde el 90% de la economía depende de la zafra castañera que va de diciembre a marzo.
“Luego de eso no hay trabajo”, afirmó a Sputnik Cristina Cari, técnica agrónoma, del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado.
Cari coordina el proyecto 'Derechos y juventud en la Amazonía' que trabaja en capacitación y apoyo a la Asociación de Jóvenes Reforestadores de la Amazonía –AJORA- para elaborar chocolate a partir del cacao en su región.
“Trabajar en nuevos emprendimientos económicos para los jóvenes va a hacer que se queden en las comunidades y tengan nuevas fuentes de ingresos”, resaltó.
AJORA reúne a 60 personas de 14 a 29 años que tiene como objetivo que “los jóvenes se mantengan en las comunidades y buscar alternativas de negocio”, señaló a Sputnik Jaime López, integrante del colectivo.
La asociación se dedica también a la producción y comercialización de miel orgánica.
Para fin de este año se prevé que el desempleo alcance a 73.000.000 de jóvenes en todo el mundo, lo que representa 6.000.000 más que en 2019. De acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo –OIT- la pandemia afectó más a quienes tienen entre 15 y 24 años.