El Brent, índice de referencia mundial del crudo y que cotiza en Londres, cerró con una suba de 2,20 dólares, o 2,3%, a 99,60 dólares, tras un máximo de la sesión de 100,08 dólares.
Al cierre del 11 de agosto, el Brent había subido más de un 5% en la semana, luego de perder un 14% la semana pasada.
El West Texas Intermediate (WTI), el índice de referencia para el crudo estadounidense, cerró con una suba de 2,41 dólares, o un 2,6%, a 94,34 dólares por barril, después de llegar a 95 dólares en el máximo de la sesión. Hasta el 11 de agosto, el WTI subió casi un 6,5% en la semana después de una caída del 10% la semana pasada.
El repunte del petróleo contrastaba con lo que estaba sucediendo sobre el terreno con los combustibles.
El precio promedio de la gasolina en los surtidos de EEUU, posiblemente el mayor indicador de la demanda real de petróleo, estuvo el 8 de agosto por primera vez en meses por debajo del nivel clave de 4 dólares por galón después de un récord de 5 dólares por galón (3,785 litros) a mediados de junio, lo que provocó que los conductores estadounidenses ejerzan más discreción en el uso de los combustibles.
Los comerciantes de petróleo también estaban reaccionando a las perspectivas contrastantes de la demanda.
La Agencia Internacional de Energía (AIE) dijo que el aumento de los precios internacionales del gas natural podría impulsar a más consumidores de energía a cambiarse al petróleo para fines de calefacción de fin de año.
"Los precios del gas natural y la electricidad se han disparado a nuevos récords, lo que incentiva el cambio de gas a petróleo en algunos países", dijo la AIE con sede en París en su informe petrolero mensual.
El organismo elevó además su perspectiva para la demanda de petróleo de 2022 en 380.000 barriles por día.
Por su parte, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) modificó a la baja su previsión de crecimiento de la demanda mundial de petróleo para 2022. Dijo que espera que la demanda aumente en 3,1 millones de barriles por día, 260.000 menos que su pronóstico anterior.
La OPEP normalmente ha utilizado la menor demanda como excusa para reducir la producción y aumentar los precios.
El banco de inversión y empresa de servicios financiero estadounidense Goldman Sachs proyectó que los precios de la gasolina volverían a estar por encima de los 5 dólares el galón y el Brent a más de 130 dólares para finales del año.
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