"El arrestado, menor de edad, denunció que sufrió un 'pinchazo' en el muslo en el interior de una discoteca que le hizo perder el conocimiento para, horas más tarde, aparecer en otro lugar sin sus pertenencias. Los agentes han confirmado que los hechos fueros falsos y denunciados con la única intención de cobrar la póliza de seguro de su teléfono móvil de alta gama", dice el comunicado.
Tras el interrogatorio policial, el joven pasó a manos de la Fiscalía, señala la nota.
Este verano, varios medios de comunicación reportaron que España, al igual que, primero, Francia y, luego, el Reino Unido, vive una oleada de agresiones con pinchazos de sumisión química en locales de ocio nocturno.
En la mayoría de los casos las víctimas son mujeres. El agresor suele inyectarle un anestésico en la pierna o en el brazo de la víctima, que, pasado un tiempo, comienza a sentirse indispuesta y puede experimentar un entumecimiento de las extremidades, una pérdida del equilibrio, náuseas o mareos.
Uno de los principales motivos de este tipo de agresiones es el robo.
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