"La pasada noche [el 6 de agosto] las Fuerzas Armadas de Ucrania atacaron [la central] con un cohete de 220 mm de calibre del sistema de lanzamiento múltiple Uragán, con munición de racimo", declaró.
El representante de la administración prorrusa precisó que los fragmentos del proyectil cayeron en la zona del depósito de almacenamiento en seco del combustible nuclear gastado y el puesto de control automatizado de la situación radiológica.
"El lugar de la caída de los fragmentos de la bomba de racimo y del motor del cohete, está a no más de 400 metros del reactor nuclear encendido", denunció.
La central nuclear de Zaporiyia se ha convertido en las últimas semanas en el objetivo de los ataques, en medio del enfrentamiento de las tropas de Ucrania y las fuerzas de Rusia, que realiza en el territorio ucraniano su operación militar especial desde el pasado 24 de febrero.
En el marco de la campaña, Rusia se hizo con el control de la parte de la provincia homónima, incluida la ciudad de Energodar, donde está ubicada la planta nuclear.
El ataque anterior fue realizado el 5 de agosto cuando, según el Ministerio de Defensa ruso, un bombardeo con proyectiles de 152 mm de calibre provocó un incendio en un gasoducto de hidrógeno, extinguido rápidamente por los servicios de emergencia.
El jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, expresó su preocupación por el bombardeo, al subrayar que las acciones militares en la zona de la central de Zaporiyia, la mayor en Europa, entrañan "un peligro muy real de una catástrofe nuclear".
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