Alexandr Siryk, director de desarrollo del Chaborz, dijo a Sputnik que se trata de una planta "joven" que "apareció en 2016 en la ciudad de Friázino", en la región de Moscú, pero que en 2018 se decidió trasladarla a Chechenia ante el interés por sus vehículos por parte del líder de esta república, Ramzán Kadírov.
"Nos dedicamos al diseño, la producción, la reparación y todos los servicios de mantenimiento de los buggies. Subrayo que no nos dedicamos al ensamblaje, sino que producimos nuestros vehículos desde cero. Desde que existe la planta, creamos alrededor de 100 vehículos. Una de las grandes ventajas de nuestros buggies es su sistema de suspensión deportiva con el que pueden moverse sobre terrenos accidentados a una velocidad hasta de 60 kilómetros por hora, mientras que un vehículo común solo podría hacerlo a una velocidad de 15 a 20 kilómetros por hora", detalló.
Uno de los modelos estrella de esta marca es el Chaborz-M3, un buggy de asalto que tiene capacidad para tres efectivos: un conductor, un ametrallador y un lanzador de granadas. Los puestos de estos últimos están equipados con soportes para sus armas, permitiendo abatir a terroristas y destruir posiciones enemigas en un radio de 360 grados. Este modelo demostró su altísima eficacia en operaciones, tanto en zonas montañosas y boscosas, como también en desiertos como los de Oriente Medio. De hecho, los Chaborz-M3 participaron exitosamente en misiones militares en Siria.
El hermano mayor de este buggy se llama Chaborz-M6. Con capacidad para seis personas, este vehículo es demandado también por los servicios de emergencia, ya que, entre otras ventajas, su interior puede transformarse a fin de transportar a personas que quedaron inmovilizadas.
24 de junio 2022, 02:45 GMT
La cabina abierta de los Chaborz, además de permitir una rápida entrada y salida de los efectivos, facilita las tareas de búsqueda y rescate, incluso en las condiciones climáticas más extremas. Y es que uno de los modelos fue diseñado para operar en el Ártico, uno de los lugares donde se adiestra a los estudiantes de la Universidad Rusa de las Fuerzas Especiales.
Siryk subrayó que los clientes del Chaborz son tanto militares como civiles. Los vehículos cuentan con toda la documentación que hace legal su uso en las vías públicas, así como las ventas al exterior. En este contexto, manifestó que algunos países ya adquirieron varios lotes de estos buggies, cuyas piezas son 100% de producción nacional.
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