"Planeamos explotar intensamente los Protones hasta que se agoten. Nada de donarlos al museo, o [enviarlos] al almacén", dijo Rogozin.
El jefe de Roscosmos resaltó que sus clientes están acostumbrados a los Protones, los dispositivos están adaptados a estos cohetes y el cosmódromo de Baikonur, en el sur de Kazajistán, cuenta con una plataforma en buenas condiciones para su lanzamiento.
"Por supuesto, [los despegues después de 2024] requerirán ciertos acuerdos sobre la posibilidad de decisiones separadas sobre los lanzamientos de Protones, bajo las máximas garantías de seguridad ambiental", subrayó.
El acuerdo con Kazajistán para lanzar los Protones, propulsados con combustibles tóxicos, finalizará en 2025 y se espera que sean reemplazados por los cohetes Angara-A5, con motores ecológicos a base de oxígeno líquido y queroseno.
Hasta ese momento, Rusia podría enviar al espacio otros 14 cohetes Protón.
Además, el director de Roscosmos anunció que el primer lanzamiento de un cohete Soyuz-5 puede atrasarse a 2024 en vez de 2023, pues Kazajistán pospuso a finales de 2022 los trabajos para adaptar el complejo desde donde solían despegar los lanzadores Zenit, al nuevo vehículo.
La ejecución del proyecto ruso-kazajo Bayterek, para los lanzamientos de los Soyuz-5, se calcula en 916 millones de dólares.
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