Psicólogos finlandeses dirigidos por Jutta Karhu, de la Universidad de Oulu, realizaron un estudio para explorar la relación entre el optimismo y el pesimismo y la capacidad cognitiva.
Los resultados del estudio mostraron que ser optimista sobre el futuro de uno mismo a una edad temprana se asocia con puntajes altos en pensamiento abstracto, mientras que ser pesimista sobre el futuro a una edad mayor se asocia con puntajes de memoria deficientes.
Para la investigación, los científicos invitaron a dos grupos de participantes a completar cuestionarios y realizar tareas relacionadas con las habilidades cognitivas. El primer grupo incluía a 383 personas de 25 a 27 años, y el segundo grupo incluía a 5.042 personas de 46 años.
Ambos grupos completaron el test de orientación vital de Carver, que les pedía que calificaran las afirmaciones sobre su perspectiva del futuro.
Mientras, al primer grupo, de los jóvenes de 25 a 27 años, se les pidió realizar tareas sobre pensamiento abstracto y habilidades verbales de la prueba de Wechsler, así como la prueba de Stroop y pruebas adicionales de fluidez, habilidad motora, inhibición de respuesta y memoria.
Al segundo grupo, con los participantes de mayor edad, solo se les pidió realizar una prueba de memoria.
Los resultados del análisis de correlación en ambos grupos mostraron una asociación de un mayor nivel de disposición al optimismo con un mayor nivel educativo y un menor nivel de depresión. El pesimismo, por otro lado, se correlacionó con indicadores inversos.
La asociación de estos constructos con la capacidad cognitiva difirió entre los grupos. Para los adultos jóvenes, las puntuaciones más altas de pesimismo correspondieron a puntuaciones más bajas en el pensamiento abstracto, la capacidad motora y las tareas de vocabulario.
Los autores del artículo, publicado en la revista Personality and Individual Differences, observaron que un alto optimismo en el grupo de jóvenes se correlacionó solo con indicadores de pensamiento abstracto. En el grupo de mayor edad, el optimismo disposicional se asoció con una mayor educación materna y puntuaciones más altas en la tarea de memoria, mientras que el pesimismo se correlacionó inversamente con ambos.
El desarrollo y mantenimiento de un alto nivel de función cognitiva está influenciado por varios factores de la vida, incluida la nutrición, el estado psicoemocional y el medio ambiente.