Donbás. La historia de un genocidio

Testigos del genocidio: los médicos en la guerra

Trabajar bajo las balas, operar a los heridos bajo el fuego, ser fieles a su deber profesional al borde de la muerte, hacer su trabajo cuando faltan suministros y medicinas, salvar la vida de otras personas… esta es la realidad en la que viven los médicos de Donbás. Sus pacientes son víctimas directas e indirectas del genocidio.
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Desde el principio de la guerra en Donbás, los hospitales se convirtieron en los blancos de ataques armados y bombardeos de Ucrania.

Año 2014: las ventanas del hospital están tapadas con almohadas para salvarse de los ataques del Ejército ucraniano.

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La mayoría de los hospitalizados son civiles. Así, en el año 2014 los médicos del Hospital de Górlovka operan a un residente local herido durante un bombardeo de artillería ucraniana.

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Año 2014: Hospital de Górlovka. Hay muchos niños heridos. Un médico junto a la cama de un niño de 7 años herido por los bombardeos del Ejército ucraniano.

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Durante los bombardeos, los médicos salieron a las calles para empezar a prestar atención médica de urgencia de inmediato. En la foto, un médico atiende a un herido durante el bombardeo ucraniano en la ciudad de Lugansk en el año 2014.

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A veces faltaba tiempo para trasladar a los heridos al hospital a tiempo y salvarles la vida.

Año 2014: el personal de la ambulancia carga en una camilla a un residente de Lugansk herido en un bombardeo.

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A los médicos les ayudaban las milicias y a veces los propios médicos se unían a las filas de las milicias. Foto del año 2014: un combatiente de las milicias populares ayuda a su compañero herido por los disparos de un tanque en la aldea de Semiónovka, en la región de Donetsk.

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Los médicos civiles fueron obligados a convertirse en militares. Trabajaron en el campo de batalla, en los escombros y en las zonas minadas. Año 2014: un médico ayuda a un miliciano herido en los combates en las afueras de Slaviansk, región de Donetsk.

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Los heridos necesitaban sangre, y cualquiera que pudiera donarla se convertía en donante. Año 2014: en la foto, la estación regional de transfusión de sangre de Donetsk. Los voluntarios donan sangre para las víctimas de los bombardeos.

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A menudo, el frente de la guerra se acercaba al hospital, pero los médicos no interrumpían su trabajo hasta el último minuto. Año 2014: en el pueblo de Semiónovka, de la región de Donetsk, un médico de un hospital bombardeado por el Ejército ucraniano mira hacia las posiciones ucranianas.

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Durante los intensos bombardeos, los médicos y enfermeras trasladaban a los enfermos a sótanos. Allí continuaban las manipulaciones necesarias. Año 2014: médicos de un hospital de la localidad de Semiónovka, en la región de Donetsk, se refugian del bombardeo en el sótano.

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Año 2014: médicos de un hospital de la localidad de Semiónovka, en la región de Donetsk, se refugiaron del bombardeo en el sótano.

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Año 2014: los médicos de un hospital psiquiátrico de la ciudad de Górlovka, en la región de Donetsk, alejan a los pacientes de las ventanas durante los bombardeos del Ejército ucraniano.

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Año 2014: una enfermera del hospital de la ciudad de Górlovka retira los restos de cristal de una ventana rota tras un bombardeo del Ejército ucraniano.

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Año 2015: un médico de Donetsk muestra una foto de una metralla recuperada del cuerpo de un combatiente herido de la República Popular de Donetsk.

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Año 2015: un médico examina a un niño que recibe un tratamiento en la asociación médica territorial Familia y Salud en Górlovka, de la región de Donetsk.

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Por desgracia, no todos los médicos sobrevivieron las atrocidades de la guerra. Algunos perdieron la vida durante los bombardeos, otros resultaron gravemente heridos y mutilados, algunos quedaron desconsolados y se fueron de Donbás. Sin embargo, todos son verdaderos héroes, que realmente cumplieron con su vocación.

Año 2019: el doctor Vitali Kuchaev muestra las consecuencias del bombardeo de un hospital en Staromijáilovka, en la región de Donetsk.

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