"El crecimiento en el sudeste asiático, ya desigual y frágil, será todavía más lento que las proyecciones previas, debido a los impactos de la guerra en Ucrania y los persistentes desafíos económicos", afirmó la entidad en un reporte regional.
El BM revisó un punto porcentual a la baja su proyección de enero y ahora estima que la economía del sudeste asiático crecerá 6,6% este año y 6,3% en 2023.
La región está experimentando actualmente un aumento del precio de las materias primas, dificultades en el suministro y vulnerabilidades en los sectores financieros, y la crisis en Ucrania no hará más que agravar la situación, según el reporte.
El vicepresidente del BM, Hartwig Schafer, destacó que la región ha experimentado varios impactos relacionados a la pandemia del nuevo coronavirus y los eventos que están ocurriendo en Ucrania van a agregar presión a los ingresos reales de la población con el aumento en los precios del petróleo y los alimentos.
"Dados estos desafíos, los gobiernos necesitarán planificar con cuidado sus políticas monetarias y fiscales para contrarrestar los impactos externos y proteger a los más vulnerables, al mismo tiempo que abren camino a un crecimiento verde, resiliente e inclusivo", dijo Schafer.
El vicepresidente del BM añadió que todos los países de la región deben esperar diferentes desafíos, más allá del sólido crecimiento económico experimentado durante la recuperación.
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