Las Fallas de Valencia se celebran anualmente desde el 14 hastael 19 de marzo. Aparte de la quema de muñecos, las celebraciones se acompañan con numerosos fuegos artificiales y explosiones de petardos. El festival es una combinación de la historia valenciana, la tradición religiosa y la sátira, y cuenta con la participación de artistas y escultores profesionales. En la foto: la quema de un títere en una calle de Valencia el último día de la fiesta de las Fallas.
Los orígenes de la fiesta se remontan a la antigua tradición de los carpinteros, que celebraban la llegada de la primavera quemando desechos y basura. Lo hacían en el día de San José, en recuerdo del marido de la Virgen María, que era conocido por ser carpintero. Con el tiempo, esta costumbre se combinó con la tradición europea de quemar una efigie del invierno.
Desde el siglo XVIII empezaron a construir las muñecas especiales, vestidas con ropa pomposa, que a menudo representaron personajes históricos famosos y gozaban con el carácter satírico.
El festival de las Fallas se inaugura oficialmente los días 14 y 15 de marzo, pero a partir de febrero los participantes empiezan a llevar sus muñecos —los llamados ninots— a la exposición, donde los visitantes pueden votar a favor de su preferida hasta el 15 de marzo, el día de la Plantà. El muñeco con el máximo número de votos evitará la quema.
El último domingo de febrero, frente a las famosas Torres de Serranos, símbolo de Valencia, se celebra la Crida, es el acto en el que el alcalde de Valencia entrega las llaves de la ciudad a la Fallera mayor, que realiza un llamado a la iniciación de los festejos.
Cada día de las Fallas se acompaña de vistosos espectáculos pirotécnicos, con bandas musicales. Las calles se llenan con los participantes vestidos con trajes tradicionales.
Del 17 al 18 de marzo se celebra L'Ofrena de flors (La Ofrenda), cuando los participantes ofrendan composiciones florales a la estatua de la Virgen María, la patrona de Valencia.
La noche del 18 al 19 de marzo se celebra la Nit del Foc, el último y más brillante espectáculo pirotécnico del festival.
El acto final del festival, que marca la clausura de las fiestas, es la cremà. Consiste en la quema de los monumentos falleros plantados en las calles de Valencia. Junto con las fallas se queman las cosas que los dueños consideran de la mala suerte. Al deshacerse de ellos, los valencianos se preparan para una nueva vida llena de alegría y nuevos comienzos.
Gracias a su espectacularidad, la fiesta se ha convertido en un atractivo turístico muy importante. En noviembre de 2016, la Unesco inscribió las Fallas de Valencia en suLista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.