"En cuanto los S-300 hayan cruzado desde un país de la OTAN a Ucrania, la misión de la Fuerza Aeroespacial de Rusia será destruir enseguida esos sistemas de defensa antiaérea. Serán un blanco militar legítimo al que la aviación rusa responderá de inmediato", supuso Korótchenko, director de la revista rusa Natsionalnaya Oborona (Defensa Nacional).
También lo son, una vez en el territorio ucraniano, los convoyes de material bélico llegados del extranjero, así que su destrucción no derivaría en un conflicto directo entre Rusia y la OTAN, según el experto.
El ministro de Defensa de Eslovaquia, Jaroslav Nad, dijo el 17 de marzo que Bratislava está dispuesta a traspasar a Kiev los sistemas antiaéreos de fabricación rusa S-300 en cuanto EEUU u otros aliados de la OTAN le ofrezcan un sustituto.
Según fuentes abiertas, los S-300 forman parte del arsenal de 18 países, incluidos tres miembros de la OTAN (Bulgaria, Eslovaquia y Grecia).
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