"Las capacidades disponibles en Rusia para producir vacunas permiten fabricar hasta 2.000 millones de dosis al años, lo que es suficiente para cubrir cualquier posible demanda", escribe el rotativo citando al viceministro primero de la cartera, Vasili Osmakov.
Según el funcionario, de esta cantidad, hasta 1.300 millones de dosis corresponderían a la vacuna monodosis Sputnik Light y 600 millones, a la Sputnik V, de dos componentes.
En estos momentos, el Ministerio de Sanidad y el Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF), responsable de financiar el desarrollo de la vacuna Sputnik y de comercializarla en el exterior, están trabajando para definir sus respectivas demandas, agregó el viceministro.
La vacuna rusa Sputnik V
Sputnik V, registrada en Rusia el 11 de agosto de 2020, consta de dos dosis que se aplican con un intervalo de 21 días. La primera se basa en el adenovirus humano tipo 26 y la segunda, en el adenovirus humano recombinante del tipo 5.
A principios de febrero, la revista científica británica The Lancet publicó los resultados provisionales de la tercera fase del ensayo clínico de la vacuna rusa, que confirmaron una seguridad y eficacia del 91,6%.
La vacuna está aprobada en 70 países de Europa, Asia, África y América, entre ellos Argentina, Bolivia, México y Venezuela.
Actualmente Rusia tiene seis vacunas contra el COVID-19: Sputnik V, creada por el Centro de Epidemiología y Microbiología Nikolái Gamaleya en cooperación con el RDIF; su versión para adolescentes Sputnik M; la versión monodosis Sputnik Light; las vacunas EpiVacCorona y EpiVacCorona-N, diseñadas por el Centro de Virología y Biotecnologías Vector; y CoviVac, producida por el Centro Chumakov.