Los ingresos de SMIC aumentaron un 39% interanual con un beneficio neto de 138%, mientras la demanda de sus productos continúa creciendo a un ritmo récord. La empresa tiene previsto gastar 5.000 millones de dólares durante el 2022 para abrir tres instalaciones de fabricación en China, pero ¿cuál fue la clave de su éxito?
La demanda de chips aumenta año tras año debido al desarrollo de componentes electrónicos en varios productos, sin embargo la gran variedad que escasea no se produce mediante procesos de fabricación de última generación. Otro factor a tomar en cuenta, es que a diferencia de los políticos en EEUU, las empresas estadounidenses persiguen sus intereses comerciales y China es el mayor mercado de semiconductores. Además, el gigante asiático se está convirtiendo en una base de fabricación global que incluye a fabricantes de chips extranjeros.
Todos estos factores explican la paradoja de cómo SMIC incluso llegó a beneficiarse de las sanciones estadounidenses. El número de pedidos comenzó a crecer rápidamente limitando el impacto económico de las sanciones estadounidenses a los contratistas chinos, según el director del Centro de Estudios Estadounidenses de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Zhejiang Liu Guozhu.
"En teoría, los proveedores estadounidenses tendrían que solicitar un permiso especial para suministrar cualquier producto estadounidense a SMIC y esto está sujeto a normas muy estrictas, pero en la práctica esas normas solo se aplican a los equipos de fabricación de chips altamente especializados", explicó.
Según el experto no se trata de un gesto amistoso, sino que EEUU quiso evitar dañar los beneficios de las empresas estadounidenses y agravar la crisis de escasez de chips a nivel mundial. No obstante Liu Guozhu cree que no hay que confiarse en el tema del desarrollo tecnológico, ya que las actuales sanciones de EEUU contra las empresas chinas siguen siendo de carácter comprometedor y está tratando de presionar para endurecer la presión tecnológica sobre China.
23 de enero 2022, 16:27 GMT
"En el caso de la industria de los semiconductores, la dependencia de las empresas chinas de la tecnología estadounidense sigue siendo fuerte, aunque en el diseño de chips algunas empresas chinas ya tienen la capacidad de llegar al grupo de las mejores del mundo", señaló.
Según la Asociación de la Industria de Semiconductores de EEUU, en 2021 se pusieron en marcha 28 nuevos proyectos en China para crear sus propias instalaciones de producción. Si este impulso continúa, China se convertirá en el tercer proveedor mundial de chips en dos años. Sin embargo, Liu Guozhu considera importante prepararse para nuevas sanciones de EEUU más estrictas contra SMIC.
"Las propias empresas estadounidenses harán todo lo posible por mantener el statu quo. Al fin y al cabo, China importa cada año más chips que petróleo. Esto significa que ninguna empresa quiere perder un mercado tan prometedor", precisó.
En opinión del experto, EEUU ha utilizado su jurisdicción para restringir los negocios con China, incluidas las empresas europeas como ASML, que suministran equipos para la producción de chips. La actual amenaza de sanciones secundarias está obligando a estas empresas a cumplir los deseos de Washington, pero por otro lado su ventana de oportunidad se está reduciendo a medida que China sigue trabajando incansablemente para ser independiente en tecnologías básicas y en la producción de chips.