El líder regional de los populares, Alfonso Fernández Mañueco, afirmó su disposición a "dialogar con todos para formar un Gobierno de todos y para todos", en su primera valoración pública tras conocerse los resultados.
Retiene así el poder la formación conservadora en esta región de la mitad norte peninsular española, donde gobierna desde 1987, y donde el presidente regional y líder del partido, Alfonso Fernández Mañueco, decidió el pasado diciembre adelantar estas elecciones autonómicas antes de agotar la legislatura.
Las razones esgrimidas entonces, los problemas con su socio de Gobierno —la formación de centro Ciudadanos— e intentar gobernar en solitario para lo que necesitaría un mínimo de 41 asientos en las Cortes regionales.
Sin embargo, a tenor de los resultados, este objetivo parece lejos y en el horizonte se dibuja un pacto de Gobierno con la formación ultraderechista Vox, que subió de uno a 13 procuradores.
Es precisamente este factor lo que atrajo la atención de todo el país sobre estos comicios autonómicos.
Fue justo la formación ultraderechista la primera en intervenir en esta noche electoral y su líder nacional, Santiago Abascal, deslizó la idea que planea desde hace semanas sobre el futuro de la región: "¡Qué cara de vicepresidente se le está poniendo a Juan García-Gallardo!", dijo sobre el candidato regional de Vox, que se perfila como imprescindible para que el Partido Popular siga gobernando este territorio.
"Exigimos respeto al veredicto del pueblo soberano. Vox tiene el derecho y el deber de formar gobierno en Castilla y León", dijo en toda una declaración de intenciones sobre su voluntad de apoyar abiertamente al candidato vencedor.
Por otra parte, las fuerzas de izquierda que sostienen el Ejecutivo central, PSOE y Podemos, consiguieron resultados más discretos en una región tradicionalmente conservadora.
En el caso del PSOE, sufrió un serio retroceso respecto a los resultados de 2019, pasando de sus anteriores 35 procuradores en las Cortes regionales a 28, es decir del 34,84% de los votos al 30,12.
El candidato socialista, Luis Tudanca, además de reconocer este decepcionante resultado para su partido, puso el foco en la maniobra del adelanto electoral por el que, dijo, Mañueco le abrió "de par en par la puerta a Vox", una formación de la que afirmó que es "un partido de extrema derecha que no solo cuestiona el estado autonómico, sino también los derechos y las libertades de muchos colectivos que ha costado mucho conseguir en este país", afirmó en su comparecencia pública.
Por su parte, la formación Podemos se quedó con un procurador en las Cortes de los dos que tenía hasta ahora.
También uno obtuvo la formación centrista Ciudadanos, que hasta ahora ostentaba la vicepresidencia regional con 12 procuradores y se desfondó esta noche, en la línea con el proceso de descomposición del partido en el ámbito nacional iniciado a finales de 2019.
Precisan especial atención, además, en esta convocatoria electoral las formaciones provinciales surgidas del descontento por la despoblación, las candidaturas de la llamada España Vaciada.
El caso más llamativo es el de la Plataforma Ciudadana Soria ¡Ya! que obtuvo tres de los cinco procuradores a las Cortes regionales que se repartían en la provincia de Soria, la de menor población de la Comunidad Autónoma de Castilla y León.
También obtuvo un procurador, Por Ávila, de un corte igualmente reivindicativo contra la despoblación y lo aumentó espectacularmente el histórico partido Unión del Pueblo Leonés, que pasó de uno a tres procuradores y reclama desde hace décadas la separación de la región leonesa (León, Zamora y Salamanca) de la región castellana.
El tono del acercamiento que se dé entre el Partido Popular y Vox centrará la atención en los próximos días.
Los populares lideran la oposición política en el ámbito nacional español y sus compromisos con la ultraderecha de Vox serán analizados por el desgaste que puedan suponer para su líder nacional, Pablo Casado, ya de por sí cuestionado internamente.