'Don’t say gay': la nueva iniciativa republicana en Florida que causa controversia

El último proyecto de ley aprobado por el Senado estatal de Florida, controlado por los republicanos, ha encendido las alarmas y generado controversia. El proyecto, conocido como 'Don’t say gay' ('No digas gay', en español), contempla restricciones para discutir la identidad de género y la orientación sexual en las escuelas primarias del estado.
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El Comité de Educación del Senado de Florida aprobó el 8 de febrero el proyecto de Ley de Derechos de los Padres en la Educación —conocido como Don’t say gay— que prohibiría a los distritos escolares alentar la discusión en el aula sobre la orientación sexual o la identidad de género.
La iniciativa, impulsada por el senador estatal republicano Dennis Baxley, se extendería a los servicios de apoyo estudiantil, incluido el asesoramiento, y requeriría que el personal del distrito escolar brinde a los padres toda la información relacionada con la "salud o el bienestar mental, emocional o físico" del estudiante, a menos que tal divulgación resultaría en abuso.
Los padres podrían demandar a los distritos que no cumplan con estos requisitos.
La propuesta, que recibió la aprobación del Comité de Educación del Senado por seis votos a favor y tres en contra, considera que dichos temas no son "apropiados para la edad o el desarrollo de los estudiantes".
Muchas de las críticas acerca de esta polémica iniciativa han llegado de parte de la comunidad LGTBQ, pero no han sido las únicas. A estos grupos se les ha sumado incluso el presidente de EEUU, Joe Biden, y la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.
"Quiero que todos los miembros de la comunidad LGBTQI+, especialmente los niños que se verán afectados por este odioso proyecto de ley, sepan que son amados y aceptados tal como son. Te cubro las espaldas y mi Administración continuará luchando por las protecciones y la seguridad que mereces", escribió en su cuenta oficial el mandatario norteamericano.
Mientras, Psaki señaló que "todos los padres esperan que nuestros líderes garanticen la seguridad, la protección y la libertad (de sus hijos), y hoy los políticos conservadores en Florida rechazaron esos valores básicos al promover una legislación diseñada para apuntar y atacar a los niños que más necesitan ese apoyo, niños de comunidad LGBTQI+".
Sin embargo, no todos en el estado están en contra. Lo que es más, el gobernador de la entidad, Ron DeSantis, señaló su apoyo y afirmó que ve como algo "totalmente inapropiado" que los maestros tengan ese tipo de conversaciones con los alumnos: "Las escuelas deben enseñar a los niños a leer y escribir", afirmó.
Mientras, los colectivos LGTBQ consideran que la ley deja vulnerable a la población que más necesita orientación.
"Esto matará a los niños, Ron DeSantis. Estás haciendo a propósito que tu estado sea un lugar más difícil para que sobrevivan los niños LGBTQ. En una encuesta nacional (@TrevorProject), el 42% de los jóvenes LGBTQ consideraron seriamente intentar suicidarse el año pasado. ¿Ahora no pueden hablar con sus maestros?", señaló Chasten Buttigieg, esposo del actual secretario de Transporte de EEUU.
De ser aprobado el proyecto, los padres y representantes podrán presentar demandas judiciales contra el distrito escolar y recibir una indemnización por daños y perjuicios si creen que sus políticas infringen el "derecho fundamental a tomar decisiones sobre la crianza y el control de sus hijos".
Con esta ley, Florida se uniría a cuatro estados —Texas, Oklahoma, Louisiana y Mississippi— que tienen leyes similares a la medida, de acuerdo con GLSEN, un grupo sin fines de lucro que defiende a los estudiantes LGBTQ.
Asimismo, tres estados (Arkansas, Tennessee y Montana) aprobaron proyectos de ley el año pasado que permitirían a los padres excluir a los estudiantes de cualquier lección o curso que mencione la orientación sexual o la identidad de género, según este colectivo.
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