Los pilotos rusos realizaron vuelos a diferentes altitudes, de 150 a 3.000 m, y a velocidades de 300 a 800 km/h. Los vuelos se realizaron de forma individual y por parejas.
Se ejecutaron maniobras a intervalos entre aviones de 75 hasta 150 m y en cambios de ángulo de visión. En el aire los pilotos llevaban a cabo la reorganización de la posición de combate, donde cada tripulación cumplía la función de avión líder.
Este 2022, las tripulaciones de los aviones de asalto realizarán más de 1.600 vuelos con el uso práctico de armamento estándar, durante los cuales llevarán a cabo ejercicios de destrucción de la flota de aviones de combate, instalaciones de defensa aérea y bases de un enemigo simulado.