El accidente ocurrió el pasado 24 de enero, pero solo ahora se puede ver con exactitud cómo el F-35 golpeó con fuerza la cubierta con su fuselaje al aterrizar, se incendió deslizándose por la cubierta de vuelo de popa a proa y se va por la borda hasta caer al agua.
Siete miembros de la tripulación del buque resultaron heridos por el accidente, según el Mando de la Marina de los Estados Unidos. Tres de ellos, incluido el piloto del caza, fueron trasladados a un hospital de Filipinas y los cuatro restantes fueron tratados a bordo del portaviones.
EEUU espera recuperar su caza accidentado lo antes posible, ya que creen que su tecnología y equipamiento secreto son de gran interés para China y Rusia. Y el mar de China Meridional, donde se produjo el accidente, es considerado por Pekín como una zona de interés.