No obstante, el estudio difundido el 3 de febrero no es motivo de alarma, pues los medicamentos contra el VIH han sido igual de eficaces en las personas portadoras del virus que mutó como en las demás. Además, desde aproximadamente 2010 la propagación de esa variante ha estado disminuyendo, mientras que los primeros casos se remontan a las décadas de 1990 y 2000.
El hallazgo subraya la importancia de contar con buen acceso a pruebas diagnósticas y tratamientos para que, sea cual sea la variante, el "VIH sea suprimido lo más rápidamente posible, lo que previene su transmisión", dijo en un comunicado el autor principal del estudio, Christophe Fraser, epidemiólogo de la Universidad de Oxford.
Cabe señalar que hay distintos subtipos del VIH que circulan en diferentes países, algunos de ellos son más graves o contagiosos que otros. El subtipo B es la versión más común en EEUU y Europa Occidental. El equipo de Oxford detectó 17 casos inusuales mientras estudiaba una base de datos de pacientes europeos con VIH. El sistema inmunitario de esas personas presentaba un mayor daño y cuando fueron diagnosticadas eran más infecciosas de lo que suele esperarse en los contagios con el subtipo B.
Visto el hecho de que con la excepción de dos casos todos eran de Países Bajos, los investigadores se dieron a la tarea de examinar miles de expedientes de holandeses. Finalmente identificaron a 109 personas infectadas con lo que han bautizado como la variante VB, es decir, el subtipo B virulento.
Antes de recibir tratamiento, las personas con la variante VB tenían mucho mayor carga viral en la sangre y sufrían más daño en el sistema inmunológico que los pacientes con otras versiones del VIH, según el estudio. No está claro cuál de diversos cambios genéticos virales sería la causa, pero después del tratamiento los pacientes con esa variante tuvieron la misma evolución que los infectados con otros subtipos.
El hallazgo de esta variante "no supone una crisis de salud pública", señaló Joel Werthiem, experto en evolución de los virus de la Universidad de California, plantel de San Diego, en un editorial adjunto para Science. Wertheim no participó en la investigación de Oxford.
Al parecer, la nueva variante no causó un incremento en los casos de VIH, declaró Wertheim en una entrevista por correo electrónico. Pero el hallazgo subraya lo mucho que falta para entender por qué un virus que se ha propagado desde hace mucho tiempo, "aún tiene el potencial de evolucionar y adaptarse. De la misma forma en que esta pandemia actual nos lo sigue recordando, no deberíamos subestimar el potencial de los virus para adaptarse".