Cumbre Xi-Putin
Los Juegos Olímpicos de Invierno Pekín 2022 han sido inaugurados este viernes en el Estadio Nacional. Se hicieron presentes los líderes de varios países, entre ellos el presidente de Rusia, Vladímir Putin. Horas antes se reunieron los mandatarios de China y Rusia en una cumbre de importancia trascendental, no sólo para los dos países, socios estratégicos, sino también para los destinos del mundo que vive un período turbulento.
Muestra de ello son los documentos aprobados al termino de la cumbre chino-rusa, de los quw hablaremos más tarde. Mientras, seguiremos el comienzo de la cumbre chino-rusa.
"La humanidad afronta una gran cantidad de retos y crisis. Con este trasfondo, nuestros países siguen fieles al objetivo inicial aplicando esfuerzos incesantes para garantizar un desarrollo estable de nuestras relaciones bilaterales. Las partes respaldan resueltamente los esfuerzos apuntados a defender sus intereses básicos, se está consolidando la mutua confianza política y estratégica. Nuestro intercambio comercial superó el año pasado los 140.000 millones de dólares, lo que supone un récord histórico. Nuestros países defienden el autentico espíritu democrático que constituye una base sólida para consolidar el mundo en la superación de las crisis y la defensa de la igualdad", declaró Xi al dar la bienvenida a Putin y su comitiva.
A su turno, Putin declaró que "en lo que refiere a nuestras relaciones bilaterales, efectivamente se desarrollan progresivamente, en el espíritu de amistad y asociación estratégica, y realmente han adquirido un carácter sin precedentes. Y sirven de ejemplo de unas relaciones dignas que ayudan al desarrollo de cada una de las partes y al mismo tiempo respaldan recíprocamente en este desarrollo. Nuestro sector petrolero ha preparado una propuesta nueva y muy buena sobre los suministros de hidrocarburos rusos a la República Popular China, también hemos dado un paso nuevo en la materia de gas –me refiero al nuevo contrato sobre el suministro a China desde el Lejano Oriente ruso de 10.000 millones de metros cúbicos del gas. Asimismo, hay progreso en los sectores de altas tecnologías, entre otros ámbitos".
Mientras, al término de la cumbre chino-rusa, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, comentó su importancia ante los medios.
"En la agenda bilateral, fue confirmado el rumbo –aprobado por los dos líderes hace unos años– dirigido a garantizar el desarrollo inquebrantable de la asociación estratégica en todas las esferas: la economía, la energía, los lazos humanitarios y culturales, la cooperación militar y técnico-militar. Y este rumbo ha sido caracterizado una vez más como las mejores relaciones en toda la historia de los lazos entre Rusia y China, y –como subrayó el presidente chino– en algo hasta superan las relaciones de socios", subrayó Lavrov.
El diplomático apuntó a que "en lo que se refiere a la problemática internacional, desde luego que se prestó la atención principal a la tirantez que Occidente agita a consciencia en torno a Rusia y China. El presidente de Rusia una vez más expuso nuestra postura en las negociaciones con EEUU y la OTAN sobre la necesidad de elaborar unas claras garantías de seguridad en el continente europeo. El presidente de China confirmó su respaldo a la línea rusa en este asunto al subrayar que refleja las aspiraciones justificadas del Estado ruso y de su pueblo. Hemos acordado coordinar estrechamente nuestras acciones a escala internacional que incluyen la oposición a los intentos de derrubiar a la Organización de las Naciones Unidas, derrubiar las bases del derecho internacional y crear unos clubes basados en los intereses que solo servirían para crear las líneas divisorias en los asuntos internacionales", concluyó Lavrov.
Prensa dominante se venga del éxito de la cumbre Fernández-Putin
"Un honor". Es así como calificó el presidente de Argentina, Alberto Fernández, su reunión con el mandatario ruso, Vladímir Putin. "Tuvimos la oportunidad de intercambiar ideas sobre cómo podemos complementar mucho más el vínculo entre nuestras naciones", escribió Fernández en su Facebook, al resaltar que ambos líderes coincidieron en que "es tiempo de poner en marcha la asociación estratégica integral con todo vigor". "Tengo la plena confianza de que estamos dando un paso importante para que Argentina y Rusia hermanen y profundicen sus lazos en favor de ambos países", agregó.
En la rueda de prensa conjunta, el presidente argentino resaltó que la conversación que mantuvo con el jefe del Kremlin fue "muy franca" y "muy abierta", enfatizando la importancia de la cooperación bilateral "en un mundo multilateral". Asimismo, manifestó que "Argentina tiene una deuda con la Federación de Rusia, porque fue la primera que se preocupó por que los argentinos tuvieran vacunas".
Obviamente, los temas que se abordaron durante la cumbre Fernández-Putin no se limitaron a la cooperación en la lucha anticovid. Alberto Fernández no ocultó que su escala en Moscú –antes de dirigirse luego a China– tuvo una clara lectura geopolítica. Y es que dijo abiertamente que su dio en un contexto en el que la nación suramericana "vive una situación muy especial", producto de la "dependencia tan grande que tiene con el Fondo Monetario Internacional y con EEUU".
La reacción del 'faro de la democracia', como se autodenomina el Estado norteamericano, no se hizo esperar. Aunque desde la Casa Blanca y desde el Departamento de Estado declinaron comentar sobre el viaje y las declaraciones de Fernández, Washington hizo llegar su postura a través de determinados medios. De hecho, el diario Clarín publicó un artículo titulado: "Desconcierto y preocupación en Estados Unidos por el viaje de Alberto Fernández a Rusia y sus declaraciones tras su reunión con Putin".
En este sentido, se citan las palabras de Michael Shifter, presidente del InterAmerican Dialogue, quien dijo a Clarín que "el tono del discurso de Fernández y el hecho de que lo hizo justo en medio de las más altas tensiones entre EEUU y Rusia desde fin de la Guerra Fría, va a decepcionar" a la Administración Biden. Según el experto, "la declaración del presidente sonaba como un exabrupto, casi una provocación".
El diario también entrevistó a otra fuente muy 'desinteresada' y 'objetiva'. Se trata de Benjamin Gedan, director del Argentina Project del Wilson Center y exfuncionario del gobierno de Barack Obama, quien señaló que "es difícil entender la decisión del presidente Fernández de visitar Moscú mientras miles de tropas rusas amenazan invadir Ucrania".
El entrevistado llega incluso a calificar al presidente ruso como un "dictador", al tiempo que insistió celosamente en que "EEUU es un país democrático con una economía muchísimo más grande que la de Rusia y con lazos económicos muchísimo más estrechos con Argentina de la que existe entre Argentina y Rusia".
Por último, Clarín da la palabra a Evan Ellis, profesor de Estudios Latinoamericanos en el Instituto de Estudios Estratégicos de la Escuela de Guerra del Ejército de EEUU. Entre otras cosas, el entrevistado coincide en que "la retórica del presidente en su primer escala en Rusia no fue oportuna", afirmando que "debe ser un tema de preocupación" en Washington.
La estrategia comunicacional de los medios 'mainstream' no sólo incluyó los esfuerzos para formar una percepción negativa del primer cara a cara entre los presidentes de Argentina a Rusia. También se intentó minimizar la trascendencia del encuentro al evitar casi totalmente la cobertura de esta visita a Moscú, poniendo en primer plano un incidente con la cocaína adulterada en Buenos Aires.
En un mensaje a Octavo Mandamiento, el analista Mariano Saravia calificó como "vergonzoso" el hecho de que algunos medios optaran por acallar la información sobre "una visita tan importante como esta". A su vez, el periodista argentino José Luis Callaci se mostró convencido de que los medios que lo hicieron trataron de "quedar bien con el 'Hermano Mayor' que intentó que esa visita a Moscú no se realizara".
En este contexto, la secretaria general de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires [UTPBA], Lidia Fagale, recordó que algunas ONG se esforzaron por generar un rechazo al viaje de Fernández de Rusia incluso antes de que se diera.
"El siglo XXI no va a ser el siglo norteamericano"
Posicionar a Latinoamérica en función de sus intereses nacionales en el contexto de la transición hacia un mundo multipolar, donde potencias como Rusia y China apuntan a dejar en el pasado la hegemonía de EEUU. Es a lo que se dedica Proyecto Patria, espacio de reflexión crítica y estratégica que agrupa a intelectuales latinoamericanos.
Su director, el peruano Carlos Mamani Aliaga, sociólogo por la Universidad Nacional de Cajamarca, insistió en conversación con Sputnik en que "el orden multipolar que está emergiendo no es una teoría", sino que "es una realidad ya", donde las "fricciones" como las que se están dando en el Este de Europa son producto de los desesperados esfuerzos estadounidenses por frenar esta dinámica.
En este contexto, llamó a no engañarse por la narrativa de la prensa dominante que presenta los hechos como si la intención norteamericana fuera "proteger los intereses ucranianos", mientras que en realidad la expansión de la OTAN hacia las fronteras rusas ha sido imparable desde la disolución de la URSS, implementándose las viejas doctrinas de los "grandes estrategas anglosajones" de que la clave para el dominio global pasa por hacerse el control de Eurasia.
"Putin está cumpliendo su obligación fundamental que es defender la soberanía y los grandes intereses nacionales de su país. Aplaudimos eso, porque en Rusia encontramos nosotros una batalla contra el globalismo –que pretende disolver todo: las patrias, las naciones, las fronteras, el territorio, la familia, el sexo y las identidades de todo tipo–, así como contra estas potencias en declive –pero todavía hegemónicas–, y un foco de resistencia para los pueblos del Tercer Mundo", señaló Mamani Aliaga.
"El siglo XXI no va a ser el siglo norteamericano, sino que vamos a ver que EEUU va a pasar a un segundo plano. No vamos a decir que va a dejar de ser potencia –lo va a seguir siendo–, pero ya no va a tener la hegemonía total y absoluta propia del unipolarismo", agregó el analista.
Ante estas circunstancias, Mamani Aliaga resaltó la importancia para Latinoamérica de abrir "las puertas a esa realidad", diseñando un modelo beneficioso de relaciones con Rusia y China.
"Lo ideal sería hacer primar nuestros intereses mediante el pensamiento estratégico para poder tratar en bloque continental con estas nuevas potencias", concluyó el director de Proyecto Patria.
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