"Utilizamos la desconcentración para avanzar en cohesión", dijo en rueda de prensa la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, que defendió el nuevo mecanismo como una forma de "fomentar la igualdad en todo el territorio" y "revitalizar áreas despobladas".
Para seleccionar la ubicación de las nuevas sedes se constituirá una comisión consultiva encargada de asistir al Gobierno, que tendrá la última palabra en la elección de los lugares.
Asimismo, se crearán mecanismos por los que las entidades locales podrán postularse para albergar las sedes de las entidades correspondientes.
"Será un procedimiento abierto, transparente y competitivo al que podrán presentarse comunidades autónomas y ayuntamientos de manera legal para que aquellas que estén mejor posicionadas puedan concurrir", señaló Isabel Rodríguez.
Según explicó la ministra, en los últimos años ya se realizaron proyectos puntuales de deslocalización de organismos estatales, pero ahora el Gobierno pretende "reforzar su papel en la alteración del territorio", sobre todo a la vista de que la llegada de los fondos de recuperación de la Unión Europea supondrá la creación de nuevas entidades públicas.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (del conservador Partido Popular) se mostró muy crítica con este nuevo procedimiento, asegurando que se trata de "un ataque directo a Madrid" para "descafeinar la región".
"Descentralizar es descafeinar, y no conozco ningún proyecto que descafeinado funcione mejor", señaló en una entrevista concedida a Antena 3.
Además, aseguró que la descentralización no servirá para revertir el invierno demográfico en zonas despobladas porque "la población joven se asienta con proyectos privados de empleo" y no mediante la instalación de organismos oficiales.