Hasta ahora han emprendido misiones en la Luna la Unión Soviética, Estados Unidos, Japón, la Agencia Espacial Europea, China, India, Luxemburgo e Israel, por orden cronológico. Este último está afinando los detalles para repetir la hazaña en algún momento de 2024 o 2025.
La nueva nave espacial Beresheet 2 dejará caer un módulo de aterrizaje a un lado de la Luna y el otro módulo de aterrizaje en el lado oscuro de la Luna, donde solo China se ha aventurado, informó a medios israelíes esta semana Kfir Damari, cofundador y subdirector ejecutivo de SpaceIL, la compañía que creó Beresheet, la primera nave espacial privada del mundo que intentó aterrizar en la Luna en 2019. Y se estrelló antes de llegar a la superficie.
"Luego, después de dejar caer a los aterrizadores, la nave original orbitará la Luna durante dos años", reveló Damari.
Damari explicó también que, durante su órbita, servirá como la primera plataforma educativa para incluir a niños de todo el mundo. Beresheet 1 había involucrado en el proyecto espacial a dos millones de niños, la mitad de ellos dentro de Israel.
Damari señaló que el proyecto Beresheet 2 no solo está dirigido a niños interesados en STEM —ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés—. Además, el Ministerio de Educación israelí ya está planeando ideas curriculares para estudiantes desde el jardín de infancia hasta la escuela secundaria.
Una 'startup' con financiación insuficiente
Con un presupuesto de 100 millones de dólares, Beresheet 1 fue la nave espacial más barata en entrar en órbita lunar. No era mucho más alta que un mostrador de cocina, 5 pies (1 metro) por 7,5 pies (2,3 metros), por lo que no tenía mucho espacio para el combustible.
Beresheet 2 cuenta con el mismo presupuesto que, en comparación con los programas espaciales de otros países, es relativamente modesto, aducen que los fondos son insuficientes y por eso operan como una startup y no como una iniciativa espacial nacional.
Unas 40 personas trabajaron en la primera misión mientras que actualmente solo hay 20 empleados.
Intentando popularizar las misiones espaciales
Cuando SpaceIL comenzó en 2010, los estudios mostraron que el número de carreras STEM en Israel estaba disminuyendo en proporción a la población, pero desde el primer Beresheet, han aumentado, según comunicó SpaceIL.
En su esfuerzo por popularizar toda la aventura espacial, el nombre de la nave fue por elección pública a través de Facebook, y Beresheet fue la primera nave en tomarse un selfie, mostrando la Luna contra el logotipo de Beresheet: "Pequeña nación, grandes sueños". Sueños que sufrieron un batacazo cuando la nave se destruyó antes del aterrizaje.
Sin embargo, SpaceIL no desiste, y sigue embarcada en una activa búsqueda de fondos para completar los últimos 30 millones de dólares que le faltan, cuenta con más de 130 voluntarios que viajan por todo el mundo explicando la misión espacial, muy en particular en las comunidades israelíes árabes, etíopes y judías ortodoxas, con la intención de interesar a los que aún están alejados de la aventura espacial, y está aprovechando las nuevas relaciones entre Israel y algunos países árabes, con los que ya se han firmado acuerdos de cooperación en diferentes materias, incluida, la investigación espacial.
"Estamos conectando a tantas personas con el espacio como nos es posible", dijo Damari. "Esperamos dentro de muy poco tener chicas de los Emiratos Árabes Unidos haciendo proyectos espaciales con niñas de Israel, por ejemplo", agregó.