El arrecife alcanza un tamaño de unos tres kilómetros y se ubica en una profundidad de 30 metros. Se trata de uno de los mayores arrecifes de coral conocidos a esta profundidad relativa, señaló la UNESCO, cuyos expertos dirigieron la misión.
Julian Barbière, de la UNESCO, dijo que probablemente haya muchos más ecosistemas de este tipo de los que no sabemos nada. "Debemos trabajar para cartografiarlos y protegerlos", añadió.
"Seguimos asociando los corales con los mares tropicales menos profundos, pero el hallazgo actual rompe este esquema", afirmó Murray Roberts, de la Universidad de Edimburgo.
Como el calentamiento global está calentando las aguas poco profundas más rápido que la columna de agua, Roberts espera que los sistemas de arrecifes profundos se conviertan en un refugio para los corales en el futuro.
Alrededor del 25% de las especies marinas viven en los arrecifes de coral, por lo que su desaparición como consecuencia del cambio climático es muy perjudicial para la biodiversidad.
Los científicos planean ahora averiguar qué tipo de criaturas viven en este tipo de arrecifes.