En cierto momento, Ghozali decidió subir más de 1.000 selfis a la popular plataforma de comercio de NFT (tokens no fungibles) OpenSea a un precio de tan solo 3 dólares por cada instantánea.
"Pensé que sería divertido si alguno de los coleccionistas comprara mi cara", contó el joven en una rueda de prensa.
Fue el célebre chef Arnold Poernomo quien hizo disparar las ventas del insólito NFT. No solo compró algunas de las fotos del estudiante, sino que también promocionó su página en las redes sociales. Como resultado, la colección de Ghozali alcanzó un volumen comercial total de 317 ETH, equivalente a más de un millón de dólares.
"Para ser sincero, todavía no tengo el coraje de decírselo a mis padres, se estarían preguntando de dónde saqué el dinero", declaró el joven, entre risas.
Ghozali sueña con abrir su propio estudio de animación algún día, por lo que continuará tomando selfis hasta que termine la universidad.
Los NFT permiten a los compradores adquirir la propiedad de un bien digital, normalmente una imagen, un texto o una animación, en forma de token digital único que existe en una cadena de bloques, algo que permite utilizarlos como una especie de cartera digital.