La guanábana (conocida como graviola en algunos países) es una buena fuente de vitaminas —especialmente de vitamina C— , minerales y fibra.
También es un increíble antioxidante: aporta grandes cantidades de acetogeninas. Esta sustancia es capaz de proteger el organismo de los radicales libres y, por lo tanto, frena el envejecimiento prematuro. Por si fuera poco, tiene la capacidad de inhibir de forma selectiva el crecimiento de las células cancerígenas, lo que la convierte en un verdadero antitumoral natural.
La guanábana también podría ser de gran ayuda para quienes sufren de problemas digestivos. Estimula el funcionamiento del tracto gastrointestinal y lucha contra la diarrea, la hinchazón y los dolores estomacales. También ayuda a prevenir la formación de úlceras estomacales.
"La graviola o guanábana se conoce desde el Perú prehispánico y se ha usado tradicionalmente en casos de diabetes, raquitismo, catarros, indigestión y parasitosis intestinal por sus propiedades astringentes, depurativas y digestivas", cuenta Martha Villar, directora del Programa de Medicina Complementaria del Seguro Social de Salud de Perú.
Finalmente, puede ayudar a bajar los niveles de azúcar en la sangre. Esto, por su parte, reduce el riesgo de desarrollar diabetes y hipertensión.
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