"Ambas naciones debemos caminar juntas para empezar a materializar ya esta nueva relación", afirmó el monarca en un discurso durante la recepción del cuerpo diplomático celebrada en el Palacio Real.
Al evento no asistió la embajadora de Marruecos en Madrid, Karima Benyaich, que fue llamada a consultas en mayo de 2021 durante la crisis migratoria en Ceuta y tras conocerse la acogida en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, por motivos médicos.
Es la primera vez que el rey español habla públicamente sobre la crisis diplomática entre Rabat y Madrid, que sigue sin resolverse.
Felipe VI se refirió a la relación bilateral afirmando que los respectivos gobiernos "han acordado redefinir conjuntamente una relación para el siglo XXI sobre pilares más fuertes y más sólidos".
El monarca, tras invitar a Marruecos a avanzar de manera conjunta, destacó que "se trata de encontrar soluciones a los problemas" que "preocupan" a los dos pueblos.
Durante su discurso, el Rey también habló sobre la relación con el Magreb, de la cual destacó su "carácter estratégico" e "interdependencia" con España así como la "cercanía e intensidad" de los vínculos compartidos y los "lazos sinceros y respetuosos de amistad" con la región.
"Por ello nuestro país seguirá haciendo todos los esfuerzos necesarios para la creación y consolidación de un espacio común de paz, estabilidad y prosperidad", aseguró el rey español.
Felipe VI mencionó asimismo la implicación en Libia, donde España quiere ser un "socio central y activo" en el proceso de reconciliación nacional, así como en la "paz y prosperidad" de Oriente Próximo.
Por último se refirió al conflicto entre Israel y Palestina, para el que reclamó una "mayor implicación" de la comunidad internacional en pos de la solución de los dos estados.
El Rey destacó que para España el Mediterráneo es una región donde la cooperación es "cada vez más necesaria" para afrontar retos comunes como la pandemia o el cambio climático.