Se trata de la flor de cacahuananche, de un suave tono rosado. El árbol que da origen a esta flor puede encontrarse desde el nivel del mar hasta en alturas de 700 metros por encima del mismo, en suelos que derivan de material calcáreo, ígneo o volcánico, señala el Instituto Politécnico Nacional (IPN) de México.
Se ubica mayoritariamente en Michoacán, Guerrero, Sinaloa, Nayarit, Tamaulipas, San Luis Potosí, el norte de Puebla y Veracruz, la península de Yucatán y hasta Chiapas, especifica el recinto académico, con un olor y sabor parecido al rábano.
"Florece de diciembre a abril, sus frutos son vainas dehiscentes aplanadas de 15 a 20 centímetros de largo y de dos a tres centímetros de ancho, agudos, péndulos, con una fina nerviación, verde amarillentas o verde limón", destaca el Politécnico.
La flor de cacahuananche es reconocida por su utilidad para el cabello.
Fabricantes de cosmética y jabones prefieren esta planta por su utilidad para estimular y fortalecer los folículos pilosos, lo que contribuye a evitar la caída del cabello.
Un uso frecuente de este vegetal permite una cabellera gruesa, saludable y abundante, que además gana en brillo y previene la caspa, la seborrea y la calvicie.
En diversas comunidades, se le da un uso medicinal en el empleo de curaciones de ardor en los pies, gastritis y el llamado mal de orín.
"Se muele la cantidad de hojas tomadas con la mano, se integra en aceite de coco y la preparación se coloca en el ombligo para curar la gastritis", detalla el IPN.
"Para curar el ardor de los pies se corta un cuadro de corteza de 15 centímetros y se remoja o hierve en dos litros de agua, la cual se toma como de paso. Forma de aplicación: oral y en forma de pomada", abunda.