Novak Djokovic tiene punto de partido contra Australia. No se sabe si para ganar o perder. Su llegada al país oceánico para disputar el primer Grand Slam del año se ha convertido en una batalla en las pistas judicial y mediática. El serbio partía con la desventaja de no estar vacunado contra el COVID-19, requisito indispensable para entrar en territorio australiano. El Gobierno denegaba su visado y le pedía que abandonará el lugar. Sin embargo, una exención médica y el fallo de un juez local a su favor le daban el primer set al número uno del mundo. Pero, el duelo se está alargando.
Y es que el visado del serbio fue rellenado erróneamente por su equipo. Su agente marcó la casilla del no en la pregunta de si había visitado algún país diferente en los 14 días previos a su aterrizaje en Australia. Djokovic pasó la Navidad en Belgrado y después aterrizó en España para entrenar los días 31 de diciembre y 2 y 3 de enero. Unas imágenes lo sitúan en Marbella durante el paso de 2021 a 2022. Un error que le daría medio encuentro al Ejecutivo australiano, que tiene la oportunidad de cancelar el visado del serbio.
Incluso, se enfrenta a problemas en otros países. El Gobierno de España ha solicitado a la Policía, a través del Ministerio del Interior, que investigue si el tenista entró ilegalmente al país cuando fue a entrenar a la Costa del Sol. La normativa publicada en el Boletín Oficial del Estado indica que "sólo pueden entrar en España residentes en Serbia que tengan certificado de vacunación completo o autorización especial" por alguna excepción como ser residente habitual, tener un visado de larga duración, ser un profesional de la salud, ser profesional de transportes o diplomático.
Según indica la cadena Cope, Djokovic no solicitó en ningún momento un permiso especial para entrar en España. Es más, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, reconoció días antes no tener constancia de que el serbio hubiese pisado suelo español recientemente.
La polémica también salta a su propio país. Y es que Djokovic dio una entrevista presencial el 18 de diciembre a sabiendas de haber dado positivo en una prueba PCR. Dice que no la canceló por tratarse de un compromiso apalabrado desde hacía tiempo. Serbia pide una cuarentena de 14 días a los contagios, por lo que saltarse la normativa podría acarrear al tenista una importante sanción, según anunció la primera ministra, Ana Brnabic.
Con los reveses volando desde todas las direcciones, el número uno se mantiene firme. Su intención es jugar el Open de Australia. Razón por la que ya entrena en las instalaciones de Melbourne Park. Es más, su nombre apareció en el sorteo del cuadro. Su primer rival será el serbio Kecmanovic. No obstante, que pueda disputar este partido está en el aire. Antes tendrá que finalizar el encuentro que disputa con la propia sede del torneo. Probablemente, uno de los más importantes de su carrera deportiva.