Tradicionalmente utilizada para aliviar dolores o malestares dentales, las raíces del chilcuague tienen un efecto positivo en los vasos sanguíneos, identificaron investigaciones de universidades públicas de México, como la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Una sustancia incluida en esta planta es capaz de inducir la vasodilatación en el cuerpo humano mediante la activación de transmisores.
Esta sustancia es una molécula con un importante potencial para desarrollar medicamentos útiles en el tratamiento de enfermedades vasculares y en la mejora de la circulación sanguínea, señalaron investigadores mexicanos.
Entre los usos tradicionales del chilcuague destacan el insecticida, el condimento alimenticio y el tratamiento de úlceras bucales, recordó la UAQ en un comunicado.
"En las raíces del chilcuague se sintetizan compuestos de gran valor farmacológico denominados alcamidas, siendo la afinina la más abundante y estudiada científicamente", explicó la egresada de la Facultad de Ciencias Naturales de la UAQ Paola Estefanía García Badillo.
"Varios grupos de investigación han demostrado el gran potencial de las alcamidas como agente analgésico, antiinflamatorio, diurético, antimicrobiano, antifúngico, antimutagénico y no genotóxico", agregó.
La investigadora se enfocó en un proyecto de maestría en rastrear la influencia de la afinina en el proceso de generación de nuevos vasos sanguíneos, un proceso conocido como angiogénesis.