Al analizar los datos más recientes de Londres, donde la prevalencia de la variante ómicron es más alta que en otras regiones del Reino Unido, los científicos del estudio ZOE COVID encontraron que no hay una diferencia clara en el perfil de síntomas causados por las cepas delta y ómicron.
Solo la mitad de los individuos contaminados con ómicron experimentan los tres síntomas clásicos de fiebre, tos y pérdida del sentido del olfato o del gusto, detalló la organización.
Según ZOE COVID, los síntomas más frecuentes causados por el nuevo tipo del virus se encuentran el dolor de cabeza, la secreción nasal, los estornudos, el dolor de garganta y la fatiga severa. Los científicos agregaron que algunos pacientes también se quejaron de pérdida de apetito y una sensación de niebla en la cabeza.
"Ómicron se convertirá en la cepa dominante en el Reino Unido para Navidad, y en el Año Nuevo los casos podrían alcanzar un pico más alto que cualquier otra cosa que hayamos visto antes (...) Con suerte, la gente ahora reconoce los síntomas similares al resfriado que parecen ser la característica predominante de ómicron", afirmó el profesor Tim Spector, científico principal del estudio ZOE COVID.
Inicialmente llamada B.1.1.529, la nueva variante se descubrió por primera vez el 11 de noviembre de 2021 en Botsuana y, luego, se extendió a Sudáfrica y al resto del mundo.