Los grupos de reconocimiento se camuflaron con sus uniformes blancos en medio de la nieve e iniciaron su despliegue junto a drones para establecer las posiciones de tiro ocultas donde aplicaron sus tácticas.
Con el equipamiento, los militares lograron ingresar a un objetivo enemigo, mientras los francotiradores neutralizaron a los enemigos simulados.
Durante el ejercicio, las Fuerzas especiales emplearon un cálculo del sistema óptico-electrónico llamado Ironia para identificar un reconocimiento de seguimiento, también destruyeron equipos con lanzagranadas automáticas AGS-17 y ametralladoras pesadas Kord, AK-12 y otras armas.
En el ejercicio participaron más de 500 militares y más de 25 unidades de equipo militar.