Unas 35.000 personas, según la Guardia Urbana de Barcelona, se movilizaron bajo el lema Ahora y siempre, la escuela en catalán convocadas por la plataforma Somescola, que agrupa a las principales entidades de la comunidad educativa de Cataluña.
La manifestación comenzó a las 11.00 hora local (GMT+1) en el céntrico Passeig Sant Joan y terminó sin incidentes frente al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, órgano que dictó la polémica sentencia.
A la convocatoria asistieron el presidente de Cataluña, Pere Aragonès, la presidenta del Parlamento regional, Laura Borràs, el expresidente catalán Quim Torra, y otros cargos políticos e institucionales.
También participaron los representantes de medio centenar de asociaciones, entidades y sindicatos mayoritarios, todos contrarios al fallo judicial que en 2020 estableció una cuarta parte de clases en castellano.
La sentencia entró en vigor este noviembre después de ser ratificada por el Tribunal Supremo de España, que rechazó un recurso del Gobierno de Cataluña.
Durante la protesta, Aragonès denunció una "ofensiva del nacionalismo español" contra el modelo de inmersión lingüística en catalán, que se aplica en todos los colegios desde hace 30 años, y advirtió que "la escuela catalana no se toca".
"Agradecemos que la sociedad catalana se movilice, que los maestros y docentes sigan haciendo su trabajo, y agradecemos a todas las familias que ante esta ofensiva apuesten por la cohesión social", manifestó el presidente catalán.
A la manifestación también asistieron profesores, padres y alumnos de la escuela del municipio Canet de Mar (Barcelona) donde este diciembre se obligó a introducir un 25% de lecciones en castellano por petición de los padres de un niño de cinco años.
El caso generó indignación entre la comunidad educativa y el nacionalismo catalán, mientras que la familia denunció una supuesta ola de acoso y señalamiento por redes sociales que está siendo investigada por la Justicia.