Unas fotos publicadas muestran que el destructor ha adquirido un estado deplorable con parte del revestimiento descolorido o desprendido por completo.
"El duro entorno en el que operamos degrada nuestros barcos, y nuestros marineros trabajan duro para abordar la corrosión junto con todo el mantenimiento y el entrenamiento de la tripulación necesarios", señala el portal The Drive citando a un portavoz de la Marina de EEUU.
De acuerdo con la publicación, se han gastado 9.000 millones de dólares en el destructor. En el momento de su puesta en marcha, costó 4.400 millones de dólares.
No es la primera vez que el USS Zumwalt atrae la atención de los medios de comunicación. Un mes después de incorporarse, sufrió una avería mientras cruzaba el canal de Panamá.
Los buques de la clase Zumwalt se construyen en EEUU desde 2011. El primer DDG-1000 fue puesto en marcha en octubre de 2013 y, tres años después, el destructor se incorporó a la Armada. Inicialmente estaba previsto construir 28 buques de este tipo, pero luego el número se redujo a tres.
El USS Zumwalt es considerado el más reciente destructor de la Armada estadounidense y es capaz de llevar armamento para misiles.