Así, a partir de ahora los defectos cosméticos de las partes que no son fácilmente visibles por un usuario común no serán una causa para su reemplazo. Lo mismo pasa con las piezas que tengan defectos sin trascendencia para poder así mantener en pie la producción.
"Tenemos mucho cuidado con el exterior de nuestros vehículos, las partes que son fáciles de ver. Pero hay muchas partes que la gente no nota a menos que les eche un buen vistazo", dijo el jefe de desarrollo de vehículos de Toyota, Takefumi Shiga, en rueda de prensa.
De tal modo, la compañía podrá reducir los costos y mantener la cadena de suministros, sin comprometer fundamentalmente la perfección por la se la conoce, así como el principio de kaizen —mejora constante— en la que se basa.
26 de septiembre 2021, 14:19 GMT
Esta iniciativa no es completamente nueva, pues ya en 2019 Toyota empezó a informar a sus suministradores que pequeños desperfectos —como manchas o arañazos— no serían un problema siempre que no afectaran el rendimiento, la seguridad o la estética visible por el consumidor.
Esto permitió a un suministrador de partes de plástico para los cinturones de seguridad reducir el rechazo de los componentes en el control de calidad en un 75%, dijo Shiga y agregó que esto requiere algo de valor por parte de los suministradores de partes.
Esta medida ha mejorado los pronósticos de ingresos y ganancias de Toyota para 2021, aunque algunos expertos destacan que esta mejora se debe por las tasas de cambios de divisas. Al igual que otros fabricantes de autos, la marca japonesa seguramente sufrirá dificultades con las cadenas de suministros y falta de semiconductores a lo largo del año que viene.