"Queremos ser recibidos de modo privado y discreto, siguiendo el camino emprendido en los últimos meses", dijeron en un comunicado hecho público a última hora de este lunes a través de las web informativas vascas Naiz.info y Berria.
Los presos etarras añadieron que no desean "alimentar ninguna polémica estéril" y aseguraron tener la "voluntad de actuar de modo constructivo y ser responsables".
La cuestión de los homenajes públicos a etarras en sus lugares de nacimiento o residencia, los conocidos como "ongi etorris", ocupó un lugar destacado en la agenda política española y vasca, después de que las asociaciones de víctimas del terrorismo reclamaran en repetidas ocasiones su eliminación.
Argumentan estos colectivos que este tipo de actos influyen muy negativamente en las víctimas, suponen una humillación e interfieren en su recuperación.
La agrupación de víctimas vascas del terrorismo Covite se pronunció ya sobre este comunicado y lo calificó como una "buena noticia".
Reivindicó además Covite haber librado la "batalla de denuncia de estos actos", que, dijo, resultó "fundamental" para su final.
Uno de los primeros políticos en manifestarse sobre este comunicado fue el antiguo líder de la formación de izquierdas Podemos Pablo Iglesias.
Escribió en su cuenta de Twitter, en referencia a la izquierda independentista vasca, que el paso "demuestra la autoridad y la responsabilidad de la izquierda abertzale a la hora de dar los pasos que les corresponden para la reconciliación".
También el líder de este espacio político representado en la coalición EH Bildu, Arnaldo Otegi, valoró a última hora de este lunes en Twitter que "construir puentes y no trincheras es una condición indispensable para la convivencia democrática" y por eso, consideró la decisión de los presos hecha pública como de "indudable significado y valor en esa dirección".