Para descubrir quién ocupa el podio de la belleza felina, los expertos del portal All About Cats se basaron en la razón áurea. Este número es utilizado para definir la belleza de manera objetiva, de acuerdo con ciertas proporciones del rostro.
En el marco de la investigación, se midió la distancia entre ciertos puntos de la cara de diversas razas de gato y se comparó con las proporciones faciales equivalentes al número áureo, es decir, las proporciones felinas perfectas.
El primer lugar del podio quedó en manos, o mejor, en patas del bosque de Noruega, una raza endémica de los países escandinavos. Es una mascota bastante popular en los hogares europeos, pese a su alto costo. Una cría de este gato cuesta entre unos 900 y 1.500 dólares.
Ocupó el segundo lugar el azul ruso, una de las razas más populares y antiguas del mundo. Originario de Rusia, como su nombre sugiere, este felino es bastante inteligente y amigable.
El tercer lugar quedó con el Manx, un gato que pese a su mutación natural —prácticamente no tiene cola— posee una carita extremadamente proporcional. Es originaria de las islas británicas, más específicamente de la isla de Man, de ahí su nombre.
¿Y los más feos?
Muchos consideran que todos los gatos son hermosos, pero cuando se trata de la razón áurea, algunos están bastante lejos de la belleza. Entre las 46 razas analizadas en el marco del estudio, los últimos lugares quedaron con razas bastante populares.
El 44 puesto quedó con el gato persa. A medida que la proporción áurea se basa en las medidas entre los principales rasgos faciales, la nariz aplastada y los ojos grandes de esta raza le posicionaron entre los más feos.
Quizás a raíz de su apariencia medio alienígena, con orejas largas y sin pelo, el peterbald, originario de Rusia, ocupó el penúltimo lugar en la lista de belleza de All About Cats.
El gato más feo, de acuerdo con los parámetros analizados, es el pobre gato himalayo. Su cara aplastada parecida a la del persa le rindió el último lugar de la lista.