"Se restablece la circulación entre Cádiz y Cortadura", informaba a las 12:23 GMT el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), sobre las comunicaciones por tren, que fueron interrumpidas horas antes por la colocación de una gran tubería sobre las vías, por los trabajadores, en el trazado ferroviario que pasa cerca de la zona industrial.
Los trabajadores también se enfrentaron a las dotaciones de los antidisturbios de la Policía Nacional, que acudieron al lugar donde estaban concentrados, en las cercanías del astillero de Navantia en Cádiz.
Además, cortaron varias vías de comunicación de la ciudad y los alrededores, entre ellas la que sirve para llegar al hospital de La Línea y quemaron un vehículo en los alrededores de la zona industrial.
Tras una mañana de disturbios, el Gobierno regional andaluz —la Junta de Andalucía— convocó de urgencia a patronal y sindicatos para la tarde del 17 de noviembre en su sede de Sevilla, con el objetivo de intentar desbloquear la negociación del convenio del Metal, el origen de las movilizaciones.
El convenio expiró en 2020 y las negociaciones para renovarlo fracasaron recientemente, lo que dio origen a esta huelga.
Una de las principales discrepancias está en la actualización de salarios acorde al Índice de Precios al Consumo (IPC) que reclaman los trabajadores, además de la propuesta de las empresas de suprimir dos pagas extraordinarias en 2021 y 2022.
La huelga es indefinida y están convocados unos 25.000 trabajadores de empresas emblemáticas del sector industrial de la bahía de Cádiz, como Airbus, Navantia, Alestis, Acerinox o Dragados.