La demanda por 162,2 millones de dólares fue iniciada en una corte federal de Manhattan y señala que la empresa de Musk habría "flagrantemente" incumplido el pago de warrants que el banco obtuvo en 2014.
Estos activos tienen varias cláusulas que garantizan que no pierdan su valor por situaciones financieras externas, por ejemplo, una establece que si al momento del cobro de los warrants éstas valen menos que las acciones de Tesla, la firma se compromete a pagar al portador la diferencia.
Precisamente la demanda señala un evento que alteró de manera importante las finanzas de la empresa: un tuit de Musk, de 2018, en el que anunció que vendería las acciones de Tesla a un precio de 420 dólares. 17 días después, el empresario retiraría la oferta lo que abonó aún más a la volatilidad de sus acciones.
La publicación trajo como consecuencia un incremento de las acciones de la firma, lo que obligó a JP Morgan a modificar el valor de los bonos para poder adquirir acciones.
Para cuando venció el plazo de los warrants, las acciones de Tesla ya valían hasta 718 dólares (según cifras de Bloomberg), razón por la cual JPMorgan exige un pago que incluya el valor actual de los títulos de la firma.
"Dado que los ajustes que hizo JPMorgan fueron apropiados y contractualmente requeridos, Tesla ha ignorado flagrantemente su clara obligación contractual de pagar a JPMorgan en su totalidad", se lee en la demanda citada por The Guardian.
Hasta el momento ni Tesla ni Elon Musk se han pronunciado por la demanda.