Según informó el sindicato de la Unión General de Trabajadores (UGT), "desde primeras horas del día, los cerca de 25.000 trabajadores y trabajadoras del sector siderometalúrgico de la provincia de Cádiz están secundando masivamente la huelga de carácter indefinido".
El parón convocado por la sección industrial de la UGT y por el sindicato Comisiones Obreras (CCOO) afecta a empresas emblemáticas de la provincia como Airbus, Navantia, Alestis, Acerinox o Dragados.
La jornada arrancó con barricadas en llamas y cortes de tráfico en las sedes de algunas de las compañías, que están "prácticamente vacías" después de que sus empleados se unieran a la huelga, afirmó UGT.
Según el medio local La Voz de Cádiz, algunos piquetes protagonizaron enfrentamientos con agentes de la Policía Nacional, con lanzamientos de piedras que fueron contrarrestados con balas de goma en los momentos de mayor tensión.
También tuvo que intervenir la Guardia Civil para impedir que algunos trabajadores entraran en las instalaciones de las empresas de la zona.
El periódico reporta al menos una detención en el Campo de Gibraltar y cuatro policías heridos durante las protestas, que se calmaron a partir del mediodía.
La huelga en Cádiz llega después de que la patronal de empresarios y los sindicatos fracasaran en las negociaciones para el convenio colectivo que expiró en 2020.
Una de las principales discrepancias está en la actualización de salarios acorde al Índice de Precios al Consumo (IPC) que reclaman los trabajadores, además de la propuesta de las empresas de suprimir dos pagas extraordinarias en 2021 y 2022.
Para la Federación de Empresarios del Metal de la provincia de Cádiz (FEMCA), el obstáculo en el convenio es la exigencia de los sindicatos de incrementar en un 138% el plus salarial por penosidad, toxicidad y peligrosidad.
Según las empresas del sector, este planteamiento conllevaría "la desaparición de la industria gaditana que tendría que competir con la de otras provincias que parten de una situación más ventajosa".
Desde UGT, por su parte, se mostraron "convencidos" de que la huelga "va a obligar a la patronal a poner los pies en la tierra y a sentarse a negociar un acuerdo que beneficie a ambas partes y suponga un paso adelante en la mejora de las condiciones laborales en el sector siderometalúrgico".